EUROPA
PRESS
22 julio
2018
Las
reacciones alérgicas pueden proteger contra el cáncer de piel
Los componentes del sistema inmune que
desencadenan reacciones alérgicas también pueden ayudar a proteger la piel
contra el cáncer, sugieren nuevos hallazgos de un investigación, dirigida por
el Imperial College de Londres, que revela defensas
de la piel hasta ahora desconocidas, que podría abrir vías para desarrollar
nuevos tratamientos contra el cáncer de piel.
El estudio en etapa inicial, publicado en la revista 'Nature Immunology', también puede
proporcionar pistas sobre por qué las alergias están en aumento. Las
estimaciones sugieren que el 44 por ciento de los británicos ahora sufre de al
menos una alergia, pero se desconocen las razones detrás del aumento.
El equipo autor de estas investigaciones sugiere que sus
hallazgos respaldan la llamada 'Hipótesis de la toxina', que propone que la
exposición a toxinas ambientales y productos químicos ajenos a nuestro cuerpo
puede desencadenar respuestas alérgicas.
La nueva investigación se centra en un tipo de anticuerpo
llamado inmunoglobulina E o IgE. Esta proteína, que
es parte del sistema inmune, desencadena reacciones alérgicas al reconocer
erróneamente una sustancia inofensiva, como el cacahuete, como un peligro. El
cuerpo lanza un ataque en toda regla, bajo instrucciones de IgE,
que produce erupciones en la piel e hinchazón de la cara, la boca y, en casos
graves, las vías respiratorias.
Sin embargo, a pesar de las acciones de IgE
que tienen tan graves consecuencias en el cuerpo, los científicos todavía están
desconcertados por su papel original, y si sirve realmente para algún propósito
útil.
Las últimas investigaciones sugieren que el anticuerpo puede
tener un papel crucial en la defensa contra el daño causado por los químicos
ambientales y, por lo tanto, protege contra el cáncer. La IgE
(desencadenada por la exposición de la piel a agentes tóxicos) se acumula en el
sitio de la piel y evita que las células dañadas se conviertan en tumores
cancerosos.
La doctora Jessica Strid, autora
principal del estudio del Departamento de Medicina de Imperial, explica que
"IgE debe tener un papel importante en el
cuerpo, pero por el momento los científicos todavía no tiene claro cuál es.
Solíamos pensar que nos protege contra parásitos, como gusanos intestinales,
pero la falta de infecciones por gusanos está causando el aumento de la
alergia. Sin embargo, después de que el trabajo anterior sugiriera que el
cuerpo todavía puede combatir los parásitos sin IgE,
ahora no creemos que este sea el único propósito".
Esta investigadora señala que su trabajo sugiere que IgE podría proteger contra el daño causado por la
exposición de la piel a sustancias químicas promotoras de tumores o la
radiación UV, y ayudar a combatir el cáncer de piel.
En el curso de la investigación, el equipo ha descubierto
que la colocación de una sustancia química tóxica en la piel del ratón
provocaba la inducción de IgE y su desplazamiento a
la zona dañada. Una vez allí, IgE redujo el riesgo de
desarrollo de cáncer en la piel.
También estudiaron los tumores de piel de 12 pacientes con
carcinoma de células escamosas, el segundo tipo más común de cáncer de piel.
Los resultados mostraron que todos los tumores, algunos de los cuales eran más
agresivos que otros, tenían IgE presente.
Un análisis adicional de una cohorte más grande de pacientes
mostró que los tumores menos peligrosos o de "bajo riesgo" tenían más
células portadoras de IgE, mientras que los tumores
más graves tenían menos, lo que sugiere que la IgE puede
ofrecer algún tipo de efecto protector contra la progresión del cáncer.
Pero la doctora Strid advierte de
que se trata "solo del comienzo de la historia: nuestro siguiente paso es
descubrir cómo la IgE puede detener el cáncer de las
células de la piel y ver si de alguna manera podemos manipular la respuesta
alérgica para protegernos o tratar la piel cáncer".
Los hallazgos también sugieren que las alergias podrían
estar relacionadas con productos químicos en nuestro entorno moderno.
"Nuestro trabajo plantea muchas preguntas, y ahora tenemos que empezar a
responderlas. Pero los resultados iniciales respaldan la llamada 'Hipótesis de
Toxina', que sugiere que los productos químicos en el medio ambiente, como los
que están en la contaminación del aire, que surgen de la combustión industrial
y las emisiones de los automóviles, así como del humo del tabaco, podrían dañar
la piel y causar un aumento de la IgE. La teoría
sugiere que este aumento en la IgE puede desempeñar
un papel en el aumento alarmante de las alergias en las últimas décadas".
A su juicio, IgE puede haber
evolucionado para entrar en acción cuando la piel toca algo tóxico. "Puede
ser que la IgE provoque una erupción, o una respuesta
desagradable más fuerte, cuando la piel entra en contacto con algo
potencialmente venenoso. Esto enviaría un mensaje claro al cuerpo diciendo que
esto es dañino, no lo toque de nuevo", concluye.